DEPARTAMENTO DE TUNUYAN
Tunuyán, nombre de origen Huarpe, es uno de los 18 departamentos en los que se divide la provincia de Mendoza, Argentina.
El actual departamento de Tunuyán formó parte de la jurisdicción del Fuerte de San Carlos fundado en 1770 por el comandante de la frontera sur de Mendoza, Amigorena. Cuando la constitución provincial de 1855 dividió el territorio de la provincia en cuatro departamentos, el área integró el departamento de San Carlos.
El territorio del departamento San Carlos fue dividido el 8 de noviembre de 1858 por decreto del gobernador Juan Cornelio Moyano para crear los departamentos de Tunuyán (con cabecera en la Villa de San Carlos) y Tupungato. Un decreto de 22 de agosto de 1880 fijó las jurisdicciones de los dos departamentos.
El 22 de agosto de 1880 un decreto del gobernador creó la Comisaría Sur de Tupungato. Por ley sancionada el 25 de noviembre de 1880 (promulgada el 30 de noviembre) el entonces departamento Tunuyán pasó a denominarse San Carlos, mientras que el nombre Tunuyán pasó al nuevo departamento creado con la Comisaría Sur de Tupungato. La villa cabecera del departamento comenzó a construirse en la zona de El Totoral.
El departamento de Tunuyán, tiene una historia rica y diversa que se remonta a tiempos precolombinos.
Época precolombina
Antes de la llegada de los colonizadores europeos, la región donde se encuentra Tunuyán estaba habitada por grupos indígenas, principalmente huarpes. Estos pueblos tenían una cultura agrícola y se asentaban en las riberas de los ríos, incluido el río Tunuyán, que atraviesa la región.
Colonización española
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la zona fue explorada y colonizada. La presencia española trajo consigo cambios significativos en la estructura social y económica de la región, incluida la introducción de la ganadería y la agricultura de tipo europeo.
Desarrollo agrícola
Durante los siglos XVIII y XIX, la economía de Tunuyán se basó en la agricultura y la viticultura. Los colonos españoles e inmigrantes europeos, principalmente italianos, contribuyeron al desarrollo de la industria vitivinícola en la región. La producción de vino se convirtió en una actividad económica central para Tunuyán y toda la provincia de Mendoza.
Crecimiento y organización política
A medida que la región crecía, se establecieron instituciones políticas y administrativas locales. Tunuyán se convirtió en un departamento de la provincia de Mendoza, con su propia estructura gubernamental y representación política.
Desarrollo moderno
En el siglo XX, Tunuyán experimentó un crecimiento continuo, especialmente en su industria vitivinícola y turismo. La belleza natural de la región, con sus paisajes montañosos y su proximidad a la cordillera de los Andes, atrajo a turistas y empresarios. La modernización de la infraestructura, como carreteras y servicios públicos, también contribuyó al desarrollo económico y social de Tunuyán.
Hoy en día, Tunuyán es conocido por su producción de vino de alta calidad, sus paisajes impresionantes y su creciente industria turística, que incluye actividades como el enoturismo, el turismo aventura y el ecoturismo. La historia de Tunuyán es parte integral de la historia de Mendoza y refleja la evolución de la región a lo largo del tiempo.
Desarrollo Cultural
El desarrollo cultural de Tunuyán es un reflejo de su historia, su gente y su entorno geográfico. A lo largo de los años, el departamento ha cultivado una rica diversidad cultural que abarca desde las tradiciones indígenas hasta las influencias europeas y modernas. Aquí hay algunos aspectos destacados del desarrollo cultural de Tunuyán.
Herencia indígena
La presencia de los pueblos originarios, principalmente huarpes, dejó una huella importante en la cultura de Tunuyán. Muchas de las tradiciones, costumbres y prácticas agrícolas tienen raíces en la cultura indígena. Aunque la influencia indígena ha disminuido con el tiempo, sigue siendo una parte importante de la identidad cultural de la región.
Inmigración europea
La llegada de inmigrantes europeos, en particular italianos, a finales del siglo XIX y principios del XX, influyó significativamente en la cultura de Tunuyán. Los inmigrantes trajeron consigo sus tradiciones culinarias, arquitectura, música y, por supuesto, la viticultura. La producción de vino se convirtió en una parte integral de la cultura local y sigue siendo una parte destacada de la identidad de Tunuyán.
Festivales y eventos culturales
Tunuyán celebra una variedad de festivales y eventos culturales a lo largo del año que reflejan su diversidad cultural y sus tradiciones. Por ejemplo, la Fiesta Nacional de la Tonada es un evento importante que celebra la música folclórica argentina y la tonada, un estilo musical característico de la región. Además, hay festivales de vendimia, ferias gastronómicas y eventos deportivos que contribuyen a la vida cultural y comunitaria de Tunuyán.
Artes visuales y escénicas
Tunuyán cuenta con una escena artística activa que incluye artistas visuales, músicos, actores, bailarines y escritores. Hay galerías de arte locales, grupos de teatro y espacios culturales que promueven y apoyan la creatividad local, además de contar con un Ballet Federal de danzas Folclóricas Municipal que ha representado al departamento a nivel internacional. Además, se realizan exposiciones de arte, conciertos y representaciones teatrales tanto para la comunidad local como para los visitantes.
Educación y difusión cultural
Las instituciones educativas y culturales desempeñan un papel importante en el desarrollo cultural de Tunuyán. Escuelas, bibliotecas, museos y centros culturales proporcionan espacios para el aprendizaje, la preservación del patrimonio y la promoción de las artes y la cultura local.
En resumen, el desarrollo cultural de Tunuyán es el resultado de una rica mezcla de influencias indígenas, europeas y locales que se han entrelazado a lo largo del tiempo para crear una identidad única y vibrante.
Tunuyán se destaca por su riqueza cultural y económica. Su vibrante escena vitivinícola, festivales folclóricos y tradiciones arraigadas atraen a visitantes. Además, su agricultura diversificada y producción vinícola contribuyen al crecimiento económico regional. Un destino que combina lo mejor de ambos mundos.